viernes, 23 de noviembre de 2018

Construyamos afectos

La situación que atraviesa actualmente el sistema autonómico español no es fácil y a nadie se le escapa, pero no es algo que no tenga solución y sobre todo no es algo nuevo.
La cuestión catalán es algo que se inicia más o menos a finales del siglo XIX con las demandas de Cataluña planteadas al Estado español en las Bases de Manresa en 1892. Luego, con la crisis del 98, y ya cuando los nacionalistas catalanes tenían representación  en Madrid (1901), Fueron estos quienes  reclamaron la creación de regiones como principio de la regeneración y modernización del estado.
Los catalanes estuvieron a la vanguardia  respecto a otros territorios, ya que  fueron los únicos que crearon la mancomunidad catalana en 1914 como unidad administrativa no política de la región. El presidente de dicha mancomunidad fue el “padre del catalanismo político”, Enric Prat de la Riba, “para quien su nación era Cataluña y su estado España, y para quien su nación tenía una misión en el estado”.
Tras la I GM(Guerra Mundial), Francesc Cambó  demandó la autonomía integral para Cataluña. Con la instauración de la dictadura de Primo de Rivera se suprime en 1923 la Mancomunidad catalán y habría que esperar hasta la II República en 1931 para que se reconociera el modelo de  estado integral.
Tras la sublevación militar de 1936   y  el fin de la guerra  civil  se suprime todo lo anterior y aparece un estado centralista.
Con la  restauración de la democracia y la constitución de 1978 se crea un estado que tiende al modelo  federal, que no lo es, pero que actúa como si lo fuera. A mi juicio, el problema en este tiempo fue que  los estatutos se plagaron  de políticas identitarias y que la forma de  conseguir  más competencias fue la relación bilateral con el Estado, en vez  de instrumentos federales.
Una vez hecho un  recorrido histórico breve que desde el punto de vista jurídico es importante, puesto que el derecho no puedo obviar la historia. Podemos referirnos a posibles soluciones para  esta cuestión de estado.
Todos los caminos nos deberían llevar a una  reforma constitucional que finalice  con la construcción de un Estado federal donde  la solidaridad entre las partes no  debiera  de depender  de la práctica política, sino de las  instituciones formalizadas.
¿Qué reformas podemos realizar para una verdadera construcción federal de España?
-Descentralización del 0,7% del IRPF                                                                 
-Poder judicial propio para todos los estados federados
- Traspaso de las transferencias pendientes y de los recursos necesarios para hacerlas efectivas
-Culminar el reconocimiento de la pluralidad lingüística en el Senado.
-Reforma del Senado y dotarles de funciones para  aprobar, rechazar o sancionar las leyes federales que afectan a las competencias de los estados federados .La totalidad de sus  miembros serán  nombrados por los parlamentos  de los estados federados  atendiendo a lo proporcionalidad de representación  política.
-Hacienda propia en cada estado federado pero con  una aportación al fondo de compensación territorial.
Todo ello son una pocas reformas que se podrían hacer de cara a la construcción de un estado federal, pero sin olvidar que  lo más importante de todo el la solidaridad entre los distintos territorios.
Una vez  iniciado el procedimiento agravado de reforma constitucional (art 168) y aprobadas por las Cortes se deberán someter a referéndum a todo el país y posteriormente se deberá hacer una reforma del Estatuto de autonomía (Constitución, futura, del estado federado de Cataluña) que conlleve un referéndum en Cataluña.
Pero todas las reformas que se hagan para desencallar la situación no servirán de nada sino reconstruimos los afectos entre todos. Hemos vivido en poco tiempo un proceso de radicalización y odio sin justificación, si es que este tiene justificación, hacia Cataluña y hacia España. Una serie de gobernantes irresponsables  y  sin preocupación por sus ciudadanos se han dedicado a intentar llevar a cabo sus propósitos  de independencia a cualquier precio. Por otro lado, la pasividad del gobierno central ante este problema ha ido deteriorando la situación hasta estos extremos que nos encontramos ahora. Tampoco ayudan frases contra Cataluña que  han proferido personas del gobierno central (Ex ministro Wert).
Probablemente la independencia sea la idea más arraigada en la élites económicas de Cataluña cuyo patrimonio estará siempre a salvo haya  independencia o no  y por tanto, no temen perder nada. Pero yo me pregunto si las clases medias y trabajadoras de Cataluña estarían dispuestas a pasar por este envite.
Construir un relato diferente al independentista debe ser la tarea principal para  que aquella gente que se creyó que la Arcadia era posible con la independencia, vuelva más pronto que tarde pero sin reposo, como diría la canción, a un proyecto común de país inclusivo donde cada uno pueda sentirse como quiera pero que rememos todos en la dirección de progreso  por que juntos nos irá mucho mejor. El ejemplo esta en estos últimos 40 años en España.
Construir un argumento que combata al independentismo es difícil. Los independentistas  han llenado sus argumentos de sentimientos. Utilizar los argumentos solo de la razón es algo frio, porque la razón por si es fría, pero si podemos combinar razón -sentimientos, no al revés, podremos recuperar y solucionar este problema.
Una vez le preguntaron a Azaña qué si él era patriota-este contesto-:``Yo no soy patriota, soy español por los cuatro costados, yo no siento emoción española, yo siente emoción por España, por sus problemas, por sus gentes, por su futuro´´. Nos iría de otra manera si se hubieran aplicado  muchos políticos esta frase de Manuel Azaña.

lunes, 24 de octubre de 2011

Obama anuncia la retirada total de Irak

Ahora sí, misión cumplida. “Después de nueve años, la guerra de Estados Unidos en Irak ha terminado”, anunció ayer el presidente Barack Obama. No lo hizo desde la solemnidad de un portaaviones, como George Bush el 1 de mayo de 2003, sino en la modesta sala de prensa de la Casa Blanca. Pero la principal diferencia entre uno y otro momento es que, esta vez de verdad, “todas las tropas norteamericanas estarán de vuelta a casa para las Navidades”.
Es el fin de un ciclo que ha condicionado la política exterior de EE UU y toda la seguridad mundial durante una década. Acaba una era en la que EE UU intentó imponer la democracia por la fuerza y concluye la aventura militar más desafortunada y aciaga desde la guerra de Vietnam. Este país se ha dejado en Irak más de 4.400 hombres, más de 1 billón de dólares y toneladas de prestigio con la pretexto de destruir un arsenal de armas de destrucción masiva que nunca existió. Obama pone fin a esa tragedia y decide hacerlo definitivamente, sin dejar un solo soldado en Irak. “Este diciembre será un tiempo de reflexión sobre todo lo ocurrido en esta guerra”, dijo Obama.
Hasta el último momento, se dio por hecho que la Administración norteamericana mantendría, una vez cumplida la retirada prevista para este año, un número considerable de los más de 40.000 soldados que aún allí, quizá varios miles. Pero varias discrepancias surgidas en la negociación con las autoridades iraquíes, especialmente la resistencia de éstas a reconocerle inmunidad al ejército estadounidense, unido a la voluntad de Obama de cerrar este episodio definitivamente, han servido para decidir que la retirada sea total.
Es una decisión de grandes implicaciones estratégicas. Sin soldados en Irak, EE UU pierde una base importante desde la que operar en Oriente Próximo, deja al Gobierno iraquí solo ante las todavía abundantes amenazas de violencia y abre el espacio para que la mayor potencia regional, Irán, intente incrementar su influencia. Pero, sobre todo eso, ha primado la convicción de que Irak se había convertido, por numerosas razones, en una empresa imposible y de que, pese a que Obama dijese ayer que “el último soldado saldrá con la cabeza alta”, EE UU no tiene ya ninguna gloria que obtener en ese país.
Corre el riesgo Obama de que esta medida sea interpretada como un repliegue de la política exterior norteamericana, como una prueba de que EE UU no puede actualmente hacer frente a varios conflictos al mismo tiempo. En parte, así es. La crisis económica pesa más que nada, y EE UU necesita invertir su dinero en casa. Pero igualmente importante es el hecho de que Obama intenta desarrollar un nuevo concepto del papel internacional de EE UU sin la carga que una operación como Irak significa.
El presidente aseguró que su Gobierno colaborando con el de Nuri al Maliki desde otro plano, como una relación entre iguales. “Todavía tendremos por delante días difíciles en Irak. EE UU continuará teniendo interés en que Irak sea un país estable y seguro”, dijo Obama, quien comunicó por vídeo su decisión al primer ministro iraquí antes de hacerla pública y le invitó a visitar Washington en diciembre para discutir esas otras formas de cooperación.
Maliki y la mayoría de los dirigentes iraquíes estaban interesados en que EE UU dejase varios miles de soldados para continuar con el adiestramiento del Ejército iraquí y garantizar que la violencia continuaba la tendencia decreciente que ha tenido en los últimos años. Pero uno de los principales aliados de Maliki en la actualidad, el clérigo shií Muqtada al-Sadr, se oponía a la presencia militar norteamericana y eso complicó la negociación de las últimas semanas. Washington había advertido que los soldados que se quedaran en Irak debían de tener garantizada plena inmunidad ante las leyes de ese país, algo que Maliki no fue capaz de conceder.
Maliki teme, además, que algunos grupos suníes actualmente menos activos aprovechen la retirada norteamericana para redoblar los ataques contra su Gobierno. Y unos y otros están preocupados de que Irán trate de llenar el vacío que pueda producirse. Obama aprovechó su intervención de ayer para hacer una advertencia en ese sentido. “Tendremos una alianza con Irak que contribuya a la seguridad regional y a la paz”, dijo, “al mismo tiempo que insistimos a otras naciones a que respeten la soberanía de Irak”.
El final definitivo de la presencia norteamericana en ese conflicto tiene otro aspecto relevante que lo conecta con la próxima salida escalonada de Afganistán e incluso con la reciente muerte de Muamar Gadafi y la caída de otras dictaduras en el mundo árabe. “La ola de la guerra está remitiendo”, manifestó Obama. Un mundo diferente está surgiendo, un mundo que probablemente no garantiza la paz ni elimina los riesgos de que otras guerras puedan estallar en diferentes lugares. Pero un mundo distinto que exige una conducta distinta a las naciones civilizadas y en el que batallas como las de Irak no caben, por vergonzosas e inútiles.

Libia arranca dividida la era tras Gadafi

Muerto no ganará batallas, pero incluso desde la cámara frigorífica del mercado de carne y verduras de Misrata en la que yace, Muamar el Gadafi es capaz de generar discordia entre quienes hacían piña cuando combatían el dictador libio. Solo un día después de su fallecimiento, muy probablemente una ejecución sumaria, el primer ministro, Mahmud Yibril, visitaba el lugar el viernes por la tarde. Se trataba de enterrar el cadáver del tirano y cerrar el expediente. Pero los militares que custodian el cuerpo y Yibril no lograron pactar, por muy devotos musulmanes que todos se declaren y por vencido que estuviera el plazo de 24 horas que marca el Corán para sepultar a todo musulmán. Los soldados de Misrata, que soportaron un asedio atroz durante meses y combatieron en agosto para liberar Trípoli, pretenden que el cuerpo de Gadafi sea enterrado en un emplazamiento secreto. Yibril prefiere que se conozca el lugar de la tumba e impedir que sea visitada.
El primer ministro prefiere que se conozca el lugar de la tumba e impedir que sea visitada
Es la primera fisura grave en la era posgadafi, en un país que no ha conocido durante medio siglo el significado de la palabra compromiso. En Misrata, donde ya se expone el puño de hierro que aplasta un avión estadounidense -uno de los símbolos de Bab el Azizia, el bastión de Gadafi en Trípoli, que los luchadores de Misrata trajeron a su ciudad-, no falta quien desea que el coronel que rigió Libia durante 42 años sea enterrado en esta población a 200 kilómetros al este de la capital. La tribu del tirano (Gadadfa) ha reclamado el cuerpo para darle digna sepultura en Sirte, su localidad natal. Sin éxito. La romería para ver el cadáver no se había disuelto anoche.
Cientos de hombres esperaban disciplinadamente su turno protegiéndose del sol bajo una hilera de árboles. Sobre un colchón yace el cuerpo ensangrentado de Gadafi con la cabeza ladeada. A su izquierda, el jefe de su ejército, Abu Baker Yunes Jaber; y a la izquierda de este Mutasim, hijo del tirano y detestado como pocos por su papel en la eterna represión que se sufrió durante el régimen defenestrado. Nadie quería verlos detenidos. Retumba el “Dios es grande” en la sala frigorífica que gritan quienes no querían perderse algo que habían esperado ver durante años: el dictador muerto.
Porque resulta imposible encontrar a una sola persona que prefiriera un juicio al dictador. No les importa nada si fue asesinado a sangre fría. “No había otra opción. Mejor la muerte que el juicio, porque un proceso daría esperanzas a sus partidarios de que todavía podrían recuperar el poder”, explica Hasan al Osta, un economista que saluda a un joven menudo de 26 años, estudiante de religión islámica. Se llama Ismail Abdula Shanab. Y es uno de los héroes de la procesión masculina. “Yo estaba en el grupo que encontró al general Yunes Jaber en Sirte. Me metí en la tubería donde se escondía y le disparé. Creo que yo le maté”, comenta sonriente, como todos los visitantes de la morgue improvisada.

El poderío de Misrata

En algunos detalles da la impresión de que Misrata, la ciudad más castigada, la que más víctimas ha padecido, cuya avenida principal está repleta de edificios plagados de boquetes, apuesta por demostrar poderío. En el control militar a la entrada a la provincia, los milicianos piden documentación y al extranjero le reclaman el pasaporte para sacar fotocopias; los ‘check-points’ son mucho más frecuentes que en el resto del país. Como si pretendieran enviar un mensaje al Gobierno interino. No perdonan en Misrata la intervención de Yibril, días después de la conquista de Trípoli. “Exigió a nuestros combatientes que devolvieran lo que se habían llevado de Bab el Azizia. Pero solo se apoderaron de coches y gasolina para seguir luchando en Bani Walid. Y Yibril lo pidió en televisión, sin haber hablado antes con nosotros”, afirma Ahmed, un ex funcionario de la Administración de Gadafi.
“No había otra opción. Mejor la muerte de Gadafi que el juicio"
Hasan al Osta
No es la única señal que sugiere que las disputas territoriales, arraigadas históricamente, comienzan a aflorar. El plan previsto por el Consejo Nacional Transitorio (CNT), el organismo que dirigió la guerra, establece que el presidente del CNT, Mustafá Abdel Yalil, pronuncie una declaración de liberación de Libia que daría inicio al proceso democrático. Se ha pospuesto un par de veces. Está prevista para hoy domingo, y aunque se había anunciado que tendría lugar en Trípoli, finalmente se celebrará en Bengasi. Tiene su lógica. Y su carga simbólica. La oriental Bengasi se entregó a mediados de febrero a la tarea de derrocar a Gadafi, y después se sumaron las demás ciudades.
Si a las disputas territoriales se suman las tribales -que parecen más mitigadas a estas alturas del siglo XXI en un país en el que los jóvenes son mayoría entre sus seis millones de habitantes- y la lucha por el poder que ya se atisba entre islamistas y liberales educados en Estados Unidos y otros países occidentales, el panorama político puede enturbiarse si no se gestiona con extrema habilidad. Con el agravante de que en Libia hay un arma en cada casa. Y no acaban ahí las semillas que pueden hacer aflorar nuevos escollos. Este país árabe es inmensamente rico en petróleo, e infinitos los potentísimos intereses que entrarán en juego. En Trípoli, los hombres de negocios extranjeros ya pululan a la búsqueda de contratos. Y poderosos personajes del exilio que organizaron guerrillas y golpes fracasados contra Gadafi no han dicho todavía esta boca es mía. Va a ser necesario un delicado encaje de bolillos para que la democracia y la prosperidad se hagan realidad.

Los tunecinos votan en masa en sus primeras elecciones democráticas

“Llevo cuatro horas haciendo cola para votar y si tuviera que seguir haciéndola toda la jornada no dudaría porque la fiesta de la democracia, señor, llevo muchos años esperando vivirla y por fin ha llegado”. Ahmed, de 55 años, no parece cansado cuando, a punto de poder acercarse a la urna, hace este comentario con voz solemne. Los demás hombres de la fila asienten sonrientes a sus palabras pronunciadas en el colegio electoral de Bab Souika, un barrio popular de Túnez.
La participación en las elecciones tunecinas alcanzó el 90% de los electores inscritos, según Kamel Jendoubi, presidente de la comisión electoral independiente que organizó los comicios. “Supera todo lo esperado”, declaró satisfecho. La gran afluencia obligó a retrasar hasta pasadas las nueve de la noche –dos horas más de lo estipulado- el cierre de algunos colegios. El porcentaje de votantes entre los tres millones de electores no inscritos tardará aún tiempo en conocerse, según Jendoubi.
La elección de la Asamblea Constituyente en Túnez no es solo la primera consulta democrática en los 55 años de independencia del país sino también la primera que se desarrolla en libertad en el norte de África desde las legislativas de Argelia, de diciembre de 1991, que fueron truncadas por un golpe de Estado militar que impidió la celebración de la segunda vuelta. De ahí la importancia de la jornada de ayer para el conjunto del mundo árabe empezando por los países que han vivido una revolución.
Es la primera consulta democrática que se desarrolla en libertad en el norte de África desde las legislativas de Argelia, de diciembre de 1991
Los tunecinos acogieron con entusiasmo la primera elección democrática. “Había gente ya en la puerta a las 6.30 de la mañana, media hora antes de que abriéramos”, recuerda Hagui Abdelwahd, presidente del colegio de Bab Souika mientras intenta poner orden entre los aspirantes a votar.
Allí, al aire libre, la cola para entrar en el edificio apenas tiene 20 metros, pero en otro colegio de la céntrica calle Marsella alcanzaba a primera hora medio kilómetro. En la calle la fila es mixta, pero una vez dentro de los edificios hombres y mujeres se suelen con frecuencia espontáneamente separar y formar colas. “Creo que las mujeres lo prefieren para evitar los roces”, comenta la observadora tunecina Khadija Hayani.
A cada votante se le entregaba una enorme papeleta en la que figuran las siglas de las 79 listas que concurrían en el primer distrito de Túnez, el nombre de su cabeza de lista y el símbolo del partido para que los analfabetos pudieran identificarlo y poner la cruz en la casilla elegida. “Habrá mucho vota inválido porque los analfabetos, sobre todo mujeres, se lían y las casillas están casi pegadas entre ellas”, comentó una observadora de una organización internacional.

Pelotón de observadores

Si atinar a la hora de tachar la casilla podía parecer complicado, resultaba, en cambio, fácil encontrar el colegio y la mesa en la que votar. Bastaba con enviar un SMS indicando el número del DNI y en cinco minutos el elector recibía una respuesta indicándole donde debía depositar su voto. “Me paso la mañana enviando SMS por cuenta de personas mayores que no saben hacerlo”, explicaba Mohamed Benmoussa, presidente del colegio de Bab Bahar, ante un matrimonio de octogenarios.
Los tunecinos ejercían su derecho bajo la atenta mirada de un pelotón de observadores y de representantes de partidos aunque los únicos que estuvieron presentes en todas las mesas recorridas por este corresponsal eran los islamistas de En Nahda, la formación que se supone ganará las elecciones. ¿Cómo han podido hacer este despliegue? “Porque somos gente organizada”, contestó sonriente Khadija, una estudiante de arquitectura con las manos enguantadas y que solo dejaba su rostro al descubierto.
Organizados quizás, pero no del todo respetuosos con las formas. Acompañado por su mujer y su hija, el líder de En Nahda, Rachid Ghanouchi, intentó saltarse la cola en el colegio electoral del barrio acomodado de El Menzah, pero varios aspirantes a votar le gritaron: “¡A la cola!, “¡La democracia empieza por hacer la cola!”. Ghanouchi se incorporó ala fila con una sonrisa, pero no por eso se libró de las agresiones verbales.“¡Lárgate!, ¡Asesino! ¡Vuelve a Londres”, le espetaron. Vivió más de 20 años exiliado en la capital británica.
Jendoubi, el presidente de la comisión electoral, resaltó que se habían producido pocos incidentes reseñables. Solo algunas “presiones sobre los votantes analfabetos”, que suponen el 24% del censo electoral, y algunos SMS inapropiados invitando a votar a determinados partidos.
De los informes que están elaborando algunos de los 14.000 observadores dispersados sobre el terreno –unos 600 son extranjeros–no se desprende una valoración tan optimista de lo sucedido en el Túnez profundo. En Mdilla, en la provincia meridional de Gafsa, una veintena de militantes de En Nahda apostados en los alrededores de un colegio animaban a los transeúntes a votar y se sospecha que hasta les ofrecían pequeñas cantidades de dinero.
En Feriana,en la provincia de Kasserine, epicentro de la revolución, proponían no solo dinero sino transporte hasta el colegio electoral para los que vivían más alejados. En Nahda posee más medios que los demás partidos no solo porque cuenta con más militantes que cotizan sino también porque ha recibido ayudas,públicas y privadas, de algunos países del Golfo Pérsico que ven con buenos ojos a esta formación afín a los Hermanos Musulmanes de Egipto.el pais internacional

Histórica victoria de Cristina Fernández de Kirchner

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha ganado las elecciones presidenciales argentinas y revalidado un nuevo mandato. Con poco más del 90% escrutado, según datos del Ministerio de Interior recogido por La Nación, la mandataria habría obtenido un 53,7% de los votos; el socialista Hermes Binner, el 17%; y el radical Ricardo Alfonsin, un 11,1%. Los dos peronistas críticos, Alberto Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde, se situarían cuarto y quinto con un 7,9% y un 5,9% respectivamente.
Los resultados conceden a Cristina Fernández de Kirchner una fuerte concentración de poder, mayor aún que la que obtuvoen su primera victoria, en 2007, cuando sucedió a su propio marido, Néstor Kirchner, y con todo su respaldo, obtuvo un 45% de los votos. En esta ocasión, en la que acudió “en solitario” debido al fallecimiento, hace un año, de su esposo, el objetivo era superar el 50% del escrutinio, establecer una ventaja histórica sobre el segundo clasificado, que puede rondar los 40 puntos, la mayor desde la victoria del general Perón sobre el radical Ricardo Balbín, en 1973, y recuperar el control en el Congreso y el Senado, en los que el fuerte respaldo conseguido permite augurar un avance sustancial.
Poco después de depositar su voto, en Río Gallegos, la presidenta manifestó que sentía “una mezcla indefinida de muchas cosas. Pero si digo felicidad, mentiría”. Cristina Fernández se mostró emocionada al recordar a su marido, del que dijo que “fue un hombre que marcó la vida de la política en Argentina”. “Esta votación es la ultima parada de un proceso institucional que consolida la apertura de los partidos políticos a la sociedad”, añadió.
La oposición, muy debilitada, según los sondeos, no aspiraba siquiera a forzar una segunda vuelta. En los últimos días de campaña el esfuerzo se concentró fundamentalmente a evitar que el kirchnerismo lograra una mayoría absoluta en el Parlamento. Las elecciones presidenciales coinciden también con la renovación de parte de las dos cámaras,130 escaños en el Congreso y 24 en el Senado, y de nueve gobernaciones de otras tantas provincias, entre ellas la más poderosa, Buenos Aires, que concentra algo más del 37% del electorado (11 millones sobre los 29 millones del total).
Una victoria de Cristina Fernández de Kirchner tan apabullante le dará a la presidenta un control formidable del poder
La principal incógnita para la oposición era el reparto de papeles y, sobre todo, quien quedaba situado en la segunda posición. Los sondeos a pie de urna confirman el avance logrado durante la campaña electoral por Hermes Binner, de 68 años, médico, gobernador de la provincia de Santa Fe, que habría arrebatado esa posición a la histórica Unión Cívica Radical y habría colocado a su coalición Frente Amplio Progresista en la parrilla de salida para 2015. El éxito de Binner retrata un electorado argentino claramente escorado hacia la izquierda y el centro izquierda, con los que también se identifica el potente sector kirchnerista del peronismo.
Para los radicales, tradicionalmente la segunda fuerza política del país, perder esa posición significa un duro golpe y la confirmación de que todavía no ha conseguido recuperar de la catástrofe que sufrió en la crisis de 2001. Ricardo Alfonsín, hijo de Raúl Alfonsín, el primer presidente de la democracia tras la dictadura militar, ha asegurado que se abrirá un periodo de reflexión pero que se propone seguir al frente del partido.
En el caso de los peronistas críticos, que se presentaron divididos en dos candidaturas, la de Eduardo Duhalde y la de Alberto Rodríguez Saá, la campaña se desarrolló como una pelea interna para saber quien logra imponerse al otro. Los primeros resultado indican que ha sido Rodríguez Saá quien se ha llevado el gato al agua, con un 7,9% superando a Duhalde (5,9%). Los dos peleaban por conseguir mantener alguna influencia en el Partido Justicialista, cara a las elecciones de 2015, en las que, según la actual Constitución, Cristina Fernández no podrá ser candidata.
Para esa futura batalla es también importante el porcentaje final obtenido en la provincia de Buenos Aires por el actual gobernador Daniel Scioli, que puede haber alcanzado igualmente un número de votos inédito, por encima del 50%, lo que le asienta como alternativa dentro del justicialismo. Para impedirlo, sectores del kirchnerismo que le detestan por considerarle conservador, promocionaron a otro posible candidato a gobernador, Martín Sabbatella. El segundo puesto fue, sin embargo, para el opositor Francisco de Narváez.
Una victoria tan apabullante como la que ha logrado Cristina Fernández de Kirchner, histórica, dará a la presidenta un control formidable del poder y ha despertado los temores de la oposición, que teme lo que algunos denominan ya una “galopada” kirchnerista en los “cien primeros días”. La presidenta, que no ha desarrollado a lo largo de la campaña ningún programa concreto, se ha limitado a asegurar que “profundizará” el modelo y continuará con las banderas del kirchnerismo.
Nadie predice un cambio sustancial en su manera de gobernar,aunque se especula con posibles ajustes, sobre todo en el área económica. Fernández de Kirchner tendrá también que tomar rápidamente medidas para atajarla inflación (y la manipulación de los datos oficiales que hace el Instituto Nacional de Estadística y Censos INDEC) dominado por el peculiar Guillermo Moreno. El actual secretario de Comercio ha sido acusado de participar en una paliza a un candidato opositor en el cinturón bonaerense.
En el plano político, la presidenta parece seguir apoyándose especialmente en los sectores más jóvenes de su partido, sobre todo La Cámpora,un movimiento que dirige su hijo Máximo y del que pueden salir en estas elecciones siete nuevos diputados, así como diversos cargos administrativos.
Cristina Fernández pasó las últimas horas antes del inicio del escrutinio oficial en Río Gallegos, la ciudad patagónica en la que esta censada, para visitar las obras del mausoleo en el que reposarán los restos de su marido y que tiene previsto inaugurar el próximo jueves 27. A primera hora de la tarde se trasladó a Buenos Aires, para asistir, en un hotel de la capital, a la fiesta del Frente para la Victoria, acompañada por su hija, Florencia.

domingo, 23 de octubre de 2011

Una vacuna mejora la supervivencia del cáncer de pulmón

Cada vez está más claro que la inmunología va a jugar un papel importante en la lucha contra el cáncer de peor pronóstico. Un ensayo clínico en fase II (la intermedia antes de la comercialización de un producto) publicado en la última edición de The Lancet Oncology arroja datos esperanzadores para la nueva vacuna contra el cáncer TG4010, que ha demostrado que, en combinación con la quimioterapia, ralentiza la progresión del cáncer de pulmón de células no pequeñas, el tipo más común de este tumor maligno, de mal pronóstico en la actualidad.
Los investigadores dirigidos por Elisabeth Quoix, de la Universidad de Estrasburgo (Francia), analizaron el efecto del fármaco en 148 pacientes a los que dividieron en dos grupos. A uno de ellos se les administró TG4010 junto a la quimioterapia estándar (cisplatino y gemcitabina) y, al otro, sólo esta última terapia.
Los resultados demostraron una reducción de ocho puntos en la progresión de la enfermedad [...]